Este nuevo polímero, desarrollado por la compañía Integral Technologies, reduciría la cantidad de metales que se usan en la fabricación de los automóviles y como consecuencia, el peso de los mismos.
El plástico eléctrico o Electricplast no es nuevo. Desde
hace un tiempo la empresa Integral Technologies, lo estaba usando en el
Karma, el primer vehículo eléctrico de la firma Fisker que ahora está en
bancarrota pero que tenía soluciones tan avanzadas como costosas. En
este vehículo se implementó con dos objetivos, la reducción de peso en
piezas que
antes eran metálicas porque necesitaban conducir la
electricidad.
Esta innovación nació en la búsqueda de encontrar un material que
ofreciera lo mejor de los dos mundos, el bajo peso del plást
ico y su
capacidad para ser moldeado, con la propiedad de conducir electricidad
de los metales. Así, este nuevo polímero, denominado Electricplast tiene
una composición que no ofrece resistencia al paso de la corriente
eléctrica y su potencial de aplicación en la industria automotriz es tan
alto que más allá del final de la marca estadounidense de autos
eléctricos se espera su venta y aplicación para otras compañías.
Por eso, en este nuevo proyecto que busca una escala industria mayor,
se involucraron BASF y Delphi, en una cooperación común en la que la
primera suministra las resinas mientras que la creadora de este plástico
trabajará en otras fórmulas basadas en la fibra de carbono combinadas
con figras metálicas como el acero, el cobre o el níquel para la
evolución del polímero.
Con el Electricplast se espera que se puedan sustituir seccionen
completas en los automóviles con la consecuente reducción en el peso y
con la ventaja de que estas piezas se podrán fabricar usando el mismo
proceso de inyección y técnicas similares que se utilizan para dar
diversas formas al plástico.
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